Se
encontraba en una pequeña colina cerca de su casa donde vivía con su tía Renée,
en el reino de Alian. Todo cubierto por una gran llanura, algunos bosques
alrededor que ocupaban pequeños territorios. Al oeste, a lo lejos se podía
observar al reino de Gorlak, que se encontraba en las montañas y se podían visualizar
las casas construidas en el suelo rocoso y el gran castillo donde viven los
reyes y sus herederos. Al este era más difícil visualizar alguna población,
pero todos sabían que allí se encontraba el reino de Dalmot. Dicen que aquello
está lleno de arena, todo es arenoso. Lo que sí se veía era una parte de los
picos del castillo. Norah, siempre ha soñado que algún día pudiera viajar lejos
de aquí y visitar esos lugares. El continente Aldapor, constituido por tres
reinos: Alian, Dalmot y Gorlak. O eso es lo que le enseñaron en el poco tiempo
que estuvo en la escuela, y de lo poco que Renée le enseñaba de vez en cuando.
Se
tumbó en la hierba, con el frescor del rocío rozándole las mejillas. Era el
lugar más relajado de Alian. Un lugar no muy alejado, pero lo suficiente para
que nadie curioseara por allí.
Abrió
los ojos y el cielo ya no estaba en tono rosado, estaba con el tono de azul
claro. El momento ideal de irse pitando de allí para que su tía Renée no le
riñera otra vez por haberse escapado sin su permiso. Su tía era muy seria con
eso. Aunque era la mejor persona del mundo, pero con ese tipo de cosas era
bastante pesada.
Llegó.
Se coló por la puerta trasera de la casa. Justo cuando se volvió, dio un
respingo del susto que le dio al encontrarse de frente con su tía seria y con
los brazos cruzados en el pecho. A Norah, le salió una sonrisilla para que el
castigo que estaba en la mente de su tía se fuera aflojando.
-Otra
vez.- dijo firme su tía. Norah se empezó a reír por lo bajini.
-Sí,
lo sé. Pero es que…
-Ni
es que, ni nada Norah. Te he dicho muchas veces que no salgas sin mi permiso.-
dijo relajando su rostro serio por uno más tranquilizador pero a la vez
preocupado. Se acercó a ella y le abrazó.- Es peligroso, por favor Norah.- ella
simplemente asintió y le abrazó, su tía para ella a veces era muy
reconfortante. Renée se retiró del abrazo y se alejó, sentándose a la mesa.-
¿Tienes hambre?
-Sí,
mucha.- Norah le sonrió y se sentó enfrente observando su plato y su vaso.
Había leche, la leche de la vaca de Tess, la amiga de Renée que se ganaba la
vida gracias a que vendía la leche de esa vaca y de las verduras que tenía en
su huerto. Y un poco de fruta, que vendía un hombre robusto en el centro
comercial de la plaza del reino, que parecía desesperante porque a pesar de que
todos gritaban, a ese hombre era al único que se le escuchaba: << ¡Lo
bueno, gente! ¡Aquí solo lo bueno y barato!>>. Empezaron a desayunar. Al
parecer se le olvidó el castigo y el enfado. Algo bueno que tiene su tía. Le
perdona muchas cosas.
La
ventana de su habitación se abrió de golpe. Escandilándole sus ojos azules y
despertándole de un sueño que no recordaba. Se restregó la mano en los ojos
para poder abrirlos del todo. Pudo ver a su criada, que era más que nada casi
una madre para él. Ella estaba observando por la ventana, y la luz del sol se
reflejaba en su cabello castaño, cuando le daba esta luz parecía rojo fuego,
que hacían juego con sus ojos azules y le hacía un bello rostro y muy
tranquilizador cuando te miraba. Dejó de mirar por la ventana y se percató de
que la estaba observando. Ella sonrió.
-Buenos
días, mi príncipe.- dijo abriendo otra ventana de la habitación, y acercándose
a él. Dándole un beso en la frente, que para él, era lo mejor de todas las
mañanas.
-Buenos
días, Loreen.- dijo sonriéndole. Se quitó las pegajosas mantas de encima y se
incorporó, se sentía molido. Por un momento estaba perdido y no sabía el porque
de esa angustia. Después regresó a su mente el recuerdo de su padre…muerto.
Se
levantó sin ganas, tenía el torso desnudo, con unos pantalones largos oscuros.
Y al mirar más allá observó una camisa blanca en una silla. Se acercó y la
cogió. Mientras intentaba meterse dentro de la camisa, se le apareció el rostro
de su padre en su cabeza. Se sintió perdido, y le costaba respirar. De pronto
una mano delicada le deslizó la camisa y le coló la cabeza, era Loreen, con su
mirada llena de preocupación, mientras también le colaba los brazos. Y sin
poder evitarlo lo abrazó. Él era un poco más alto que ella. Pero eso no
importaba. Ahora era ella la que se ocupaba de él y de la única persona del
castillo de la que recibiría un abrazo lleno de amor maternal como aquel.
-¿Estás
bien? – ella se llevó sus manos al rostro del chico para verlo a los ojos. Él
estaba serio, pero aun así le sonrió.- Ve a bajo a desayunar. Te sentirás
mejor.- ella se despegó de él. Y se fue de la habitación, tenía otras cosas que
hacer.
Observó
su habitación, y se acercó a la ventana. El sol estaba resplandeciente en el
cielo azulado. Escuchó algunos ruidos de metal chocando con algo, miró hacia
abajo y observó a Gary entrenando con su espada en las horas libres. La persona
a la que Loreen seguramente había estado observando antes. No pudo evitar una
sonrisilla. Aunque ellos dos no habían transmitido sus sentimientos en público,
sabía que entre ellos debía de haber algún romance. Cada vez que se miraban,
había esa chispa en el aire.
Entrando
en el comedor. En la mesa solo había dos platos con cubiertos y llenos de
comida, en cada extremo de la mesa. El se sentó en el extremo que más cerca
tenía. Se sentó y empezó a desayunar bebiendo un poco de zumo. Tenía un montón
de cosas pero apenas tenía apetito.
-Deberías
comer más Nathaniel.- dijo una voz seria, firme pero familiar. Helbus entró en
el comedor y se sentó en el otro extremo de la mesa.
-No
tengo mucha hambre.- Helbus serio, se sentó y tomó un poco de vino, siempre
tomaba un poco en cada comida.
-Tengo
algo que decirte. Algo que hemos descubierto en el cuerpo de tu padre.- Cuando
Helbus dijo “padre” a Nate se le encogió el corazón.
-¿Qué
ocurre? ¿Es algo malo?- Nate se incorporó en la mesa, casi como amenazándolo
para que hablara de una vez. Al decir la palabra “malo” Helbus le clavó los
ojos con más intensidad, y con su rostro serio dijo:
-Han
envenenado a tu padre.- A Nate, se le taponaron los oídos. Se sentó en la silla
de golpe. Miró a Helbus, y observando su boca parecía que estaba hablándole
pero el no escuchaba. No podía oír más, era suficiente.
¿Mi
padre envenenado? ¿Pero quién podría hacer algo así? No tenía sentido. Su padre
era un buen hombre. No había hecho mal a nadie. Qué él supiera. De pronto
volvió a la realidad.
-Creemos,
que hay un traidor en el castillo y estamos investigando.- Nate estaba
extrañado.
-¿Cómo
saben que ese tipo vive en el castillo?
-Porque
al parecer lo han estado envenenando, durante un largo tiempo. No ha sido un
día nada más. Debe de ser alguien de confianza, estoy seguro.- Nate no sabía
que decir. Ahora un traidor en el castillo, las cosas iban de mal en peor.-
Nate quiero que tengas cuidado. ¿Lo entiendes?
-Sí.-
Nate se marchó de la sala, aun un poco perdido.
¿Su
padre envenenado? ¿Pero quién podría ser?
Por favor, más!! :33 me encanta! :33
ResponderEliminarUn beso <3
jajaj y a mi me encanta qe a ti tee encantee!! gracias!!! :) ya mismoo maas de verdaad!
ResponderEliminarMe encanto*-*es tanrfhbgtbhyj la historia es muy interesante y engancha! Sube pronto ^^
ResponderEliminarEnserio?? :) Graaciaas de veraas! espero tener listo pronto el siguiente capitulo!!
ResponderEliminarMee encantaaa!!
ResponderEliminarEstaa sencillamentee perfecto!!
Ya esperoo eel proximoo capitulo!!
Por cierto, me podrias decir como pones lo de reacciones??
Mil graciaas!
Pasate x mi blog cuando puedass: http://casualidadodestino-todoesposible.blogspot.com.es/
Un besazo! Y siguee escribiendo asi de bieen eeh!!:))
Sí mira :
ResponderEliminar1.te vas a diseño
2. en diseño donde te aparece entradas en la esquina tienes EDITAR.
3.Cuando te aparezca un cuadros busca Reacciones y lo activas.
4. también puedes editar las palabras que quieres elegir.
Y le das a GUARDAR !! :DD y yaa! espero que te sirva de algo.
Me ha gustado sigue con la historia tengo ganas de más. :)
ResponderEliminarGracias! yaa mismo subiree el capitulo 3!
ResponderEliminarya decía yo que ese hombre se había muerto muy de repente. espero leer pronto porque ahora estoy sin internet y no puedo moverme mucho
ResponderEliminarjajaja Vaaalee Y Gracias! ..no te preocupess..no tengas prisa por leeer! jeje
ResponderEliminarLa tierna de Renée~ y también es tierno lo de Loreen y Gary xD. Sospecho que el asesino es Helbus -.-
ResponderEliminarestaaas muuy cercaa! jajja ..continuaa y lo comprobaraas por ti mismaa! ^^
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