El
sol salía lentamente por el este, creando una mezcla de colores anaranjado. El
sonido de los pájaros “piar” y el frescor del rocío, inundaba la nariz de Norah
llenándola de energía positiva. Y así, comenzar una nueva etapa en su vida.
-Muévete.-
dijo el muchacho seco y firme mientras cargaba algunas bolsas en las partes
laterales del caballo, y causando grandes daños en la energía positiva de
Norah. Ésta resopló, y se dirigió a la puerta donde había dejado sus cosas. Una
mano desconocida coge antes que ella una de las bolsas.
-Deja
que te ayude.- Gary aún cojeaba, pero al menos podía andar sin ayuda. Colocó la
bolsa en la parte lateral izquierda del caballo, mientras lo acariciaba con
dulzura y delicadeza, como si fuera una persona.- Cuida de él.- dijo sonriendo
con tristeza. Norah realmente no quería llevarse aquel caballo, ya que parecía
tener mucho valor para Gary, si le pasase algo no sabría que decir.
-¿Estás
seguro de que puedo llevármelo?- dijo Norah dudosa.
-Si,
si, por favor llévatelo.- dijo totalmente convencido. Norah le sonrió.
-Lo
protegeré con mi vida, puedes estar tranquilo.- Gary se calmó un poco al
escuchar esas palabras que parecían totalmente convincentes.
-¿Desde
cuando dejas tu caballo en manos de una niña?- interrumpió Nate. Norah lo
fulminó con la mirada.
-Esta
niña -hizo una pausa antes de proseguir.- tiene algo especial.- Nate se quedó
callado. Norah le sacó la lengua, en forma de burla. ¿Especial? Nate soltó una
pequeña risa. ¿De dónde habría sacado tal conclusión?- Tened mucho cuidado.-
dijo Gary mientras ayudaba a Norah a subirse a su caballo. Seguidamente Axel y
Renée, salieron a despedirse de ellos.
-Buen
viaje.- habló Axel. Tenía las manos cogidas atrás, mientras caminaba recto
hacia ellos. Con su sonrisa llena de esperanza, era un hombre con el que te
sentías seguro a su lado. –Confío en vosotros.- los dos chicos asintieron.
Renée
se estaba haciendo la fuerte detrás de Axel. Pero se notaba que se estaba
aguantando las ganas de llorar.
Ella
se acercó a Norah, con algo guardado en su mano.
-Norah,
esto es tuyo.- ella le tendió la mano, dándole un anillo. Norah observó el
objeto con más detenimiento. Era un anillo de plata muy simple. Era fino y
totalmente liso, excepto por una diminuta piedrecilla que estaba incrustada en
él. Aquel anillo tenía un brillo muy peculiar.- Era de tu madre.- A Renée se le
cayeron algunas lágrimas imposibles de seguir ocultas. Norah se quedó sin
palabras. El anillo de su madre le dará fuerzas para seguir adelante. Ésta se
lo colocó en el dedo corazón.
-Es
hora de irse. – Dijo Nate impaciente mirando el cielo.
-Sé
más paciente.- Habló Norah alterándose.
-La
paciencia no es una de mis virtudes.- Nate sonrió. Norah ignoró aquel
comentario.
-Gracias,
tía.- dijo enviándole un beso con la mano. Renée sonrió a pesar de estar
llorando sin parar.
Los
dos muchachos pusieron rumbo hasta la aldea que se encontraba siguiendo río
abajo. Donde se encontrarían con su nuevo compañero. Pasaban por un espeso
bosque que separaba la ciudad de la aldea.
-Mantén
los ojos abiertos, niña. Por aquí suele haber…- Nate quería avisarle que por
este lugar vivían algunos ladrones muy astutos y que tuviera cuidado. Al
girarse para asegurarse de que la estaba escuchando se percató de que Norah se
encontraba atada de manos y boca. Y seguramente vacía de monedas. No pudo
evitar reírse ante aquella imagen, ella intentaba hablar pero le era imposible.
Nate
se acercó a ella y le quitó el tapaboca, y las cuerdas que le ataban las manos.
-Intentaba
decirte…- habló Nate.
-Ya
sé lo que intentabas decirme, pero un poco tarde, ¿no crees?- dijo Norah
fastidiosa.
-No
sabía que eras tan torpe y descuidada.- dijo Nate serio.- Ahora que ya sabes lo
que pasa deberías…
-¡Ahh!-
gritó Norah. Nate se volvió hacía ella irritado.
-¿Ahora
qué te pasa?
-¡Mi
anillo! ¡Me ha robado mi anillo!- Norah estaba muy preocupada. No había pasado
ni tres horas desde que lo tenía, y ya se lo habían quitado. Era demasiado
descuidada. Pero lo recuperaría pasase lo que pasase. Recordó el lugar por donde
se había ido aquel ladrón, por la derecha. Tenía la mirada fija en el camino,
el caballo era veloz. No tardarían mucho hasta dar con él.
-¡Ehh!
¡¿A dónde vas?! –Nate no dudó ni un segundo. Fue directo a por ella. No podía
dejar que le pasase nada.- ¡Espera! – Norah se encontraba muy por delante. Pero
el rastro del caballo en el suelo le ayudaría a encontrarla.
Norah
seguía adelante. Pensó un segundo en la posibilidad de que aquel camino no
fuera el correcto. En aquel momento paró. Y miró a su alrededor. Todo era verde
ni rastro de una persona, pero el anillo debería recuperarlo como sea.
El
sonido de la brisa colándose entre las hojas la sobresaltó y se sintió
asustada. En ese momento recordó a Nate. ¿Dónde estaría ese chico estúpido?
-¿Que
hace sola una niña como tu, en un lugar como este?- una voz masculina la
sobresaltó. Se giró instintivamente hacia aquella voz. Era un hombre robusto,
con una cicatriz en la mejilla izquierda. Empezó a caminar lentamente en
círculo.
-
Vengo para que me devuelvas lo que me has robado. Y no soy una niña.- dijo
molesta.
El
hombre frunció el ceño.
-Esa
es una acusación muy grave, jovencita.- le dijo sonriendo.- ¿Estas segura de
que yo te he robado algo?- intentó confundir a Norah. Mientras se sentaba en el
suelo pensativo. Una reacción que no se esperaba de un hombre como aquel.
-¿Acaso
hay alguien más aquí, a parte de ti?- Dijo Norah mientras se bajaba del
caballo.
-Pues
si te dijera que una veintena de ladronzuelos tienen su hogar aquí.- dijo
soltando una carcajada.- Señorita te has equivocado de persona.- dijo
levantándose de golpe y haciendo que Norah retrocediera.
Nate
estaba como loco llamando a Norah. ¿Dónde diablos se había metido? Las huellas
del caballo las perdió. No sabía que rumbo coger.
Unos
pasos ligeros, lo pusieron alerta. Una persona tapada con una capucha se
acercaba a él corriendo. Pero inesperadamente pasó de largo. Nate se
sorprendió. Y se percató de los objetos que llevaba en su mano. Bolsas de
monedas y ¡el anillo! Nate no dudó ni un segundo, y fue tras él. Era la persona
que atacó a Norah.
Aquel
ladrón realmente era rápido. A pesar de que él iba en caballo, el ladrón le
llevaba algo de ventaja. Cuando ya prácticamente lo tenía corriendo a su lado.
Nate intentó agarrarlo, pero sólo consiguió quitarle la capucha.
Se
sobresaltó cuando se dio cuenta de que era una mujer.
Tenía el cabello oscuro y enmarañado. Nate le cortó el camino colocando su caballo delante. La mujer dio la vuelta, cambiando de camino. Nate se bajó del caballo y corrió tras ella. Nate ya casi la podía rozar con los dedos. En ese momento la mujer desenvainó su espada. Nate hizo lo mismo. Espada y espada rechinaron en el aire. El anillo de Norah se encontraba en la otra mano, cuando Nate la intentaba coger la mujer siempre era más rápida. Bloqueaba y atacaba. Para ser una ladrona, usaba muy bien la espada. Nate se acercaba a ella, pero instintivamente ella retrocedía. Él corría tras ella, atacando con la espada. La mujer con más dificultad, tenía que correr de espaldas y bloqueando los ataques. Nate sabía que no podía estar concentrándose en las dos cosas mucho tiempo. Insistió e insistió, y llegó el momento en el que ella empezó a tambalearse. Nate aprovechó dando un fuerte golpe en la espada de la mujer e hizo que ésta cayera al suelo. Nate rápidamente se subió encima para evitar que se escapara.
Tenía el cabello oscuro y enmarañado. Nate le cortó el camino colocando su caballo delante. La mujer dio la vuelta, cambiando de camino. Nate se bajó del caballo y corrió tras ella. Nate ya casi la podía rozar con los dedos. En ese momento la mujer desenvainó su espada. Nate hizo lo mismo. Espada y espada rechinaron en el aire. El anillo de Norah se encontraba en la otra mano, cuando Nate la intentaba coger la mujer siempre era más rápida. Bloqueaba y atacaba. Para ser una ladrona, usaba muy bien la espada. Nate se acercaba a ella, pero instintivamente ella retrocedía. Él corría tras ella, atacando con la espada. La mujer con más dificultad, tenía que correr de espaldas y bloqueando los ataques. Nate sabía que no podía estar concentrándose en las dos cosas mucho tiempo. Insistió e insistió, y llegó el momento en el que ella empezó a tambalearse. Nate aprovechó dando un fuerte golpe en la espada de la mujer e hizo que ésta cayera al suelo. Nate rápidamente se subió encima para evitar que se escapara.
-Dame
eso.- dijo arrancándole de las manos todas las cosas robadas. La muchacha
sentía que se ahogaba, con el corazón que parecía que se le iba a salírsele por
la boca.
-Ya
tienes lo que querías. Ahora quítate de encima, me vas a asfixiar.- dijo la
mujer intentando zafarse de él. El muchacho observó el anillo y las monedas que
le había robado a Norah.
-Aun
falta una cosa.- dijo sonriendo. A ella no le hizo ninguna gracia aquella
expresión.
La
mujer, le condujo en medio del bosque hasta el lugar donde se hallaba Norah.
Al
verla, Nate no pudo evitar soltar un suspiro de alivio. Norah se sobresaltó de
su llegada, pero se alegró al verlo. Después se percató de la mujer que se
encontraba atada de manos delante del caballo.
-Sí
que has tardado.- dijo Norah molesta.
-Pues
lo siento si te he hecho esperar, pero estaba ocupado. Con esto.- dijo
enseñándole el anillo y las bolsas de monedas, mientras bajaba del caballo y
desataba a la mujer que rápidamente huyó.
-¡Lo
has conseguido! Gracias, gracias.-Dijo Norah feliz, acercándose a él. Nate empezó a dudar si
dárselo o no, o si podría usar aquello para su beneficio.
-No
cantéis victoria tan pronto, jovencitos.- habló el hombre de la cicatriz, con
una media sonrisa mientras, un grupo de ladrones los rodeaba.
Dios *.* meeeeeeeeeeeeeeeeeencantaaaa quiero que Norah y Nate esten juntos hacen tanbuena pareja....
ResponderEliminarjajjajaa eso aun nose saabee! ay qe tener pacienciaa.. ademas de qe esty cn estudios y no tengo mucho tiempo pa escribir! pero hare todo lo posible! ^^
ResponderEliminarvas a continuar la historia??? que me he quedado intrigada!!
ResponderEliminarmuy buena historia.. la estoy leyendo de poquito a poquito y me está gustando..
te invito a que pases por mi blog: http://magicangy.blogspot.com que recién empecé con una novela.
Un beso
Lo siento pero tal y como estoy ahora esta historia no continuará de esta manera.
ResponderEliminarlo estaba haciendo todo a la ligera, asi qe lo e cambiado un poco e cambiado de blog:
http://labusqueda-novelaoficial-isaescritora.blogspot.com.es/
estaré avisando conforme vaya subiendo capitulos.
y ahora mismo me paso por tu blog!!